El mundo antiguo VI

En cuanto aprendieron la escritura de los frailes europeos, los indios, celosos de sus tradiciones, se apresuraron a consignarlas. Gracias a esta vocación cultural que existió sobre todo entre nahuas y mayas contamos con un repertorio de documentos indígenas de excepcional importancia. Su propósito era conservar la memoria de las ideas cosmogónicas y religiosas, las instituciones y las costumbres, los himnos rituales, la poesía lírica y épica, así como los hechos sobresalientes del ciclo histórico que acababa de cerrarse. Los misioneros españoles y los historiadores mestizos y criollos, además de las relaciones nativas primigenias, compusieron sus obras con documentación autóctona. Merced a ese interés múltiple y compartido por nuestras antigüedades, México cuenta ahora con un acervo muy rico acerca de sus orígenes. En esta antología, José Luis Martínez acopia remotas voces americanas que ponen de manifiesto la vinculación de nuestra cultura con su pasado indígena.